Programa Eleva ayudó a 50 instituciones de formación TP a mejorar sus programas

Mejorar la calidad y pertinencia de los programas de las instituciones de Formación Técnico-Profesional, propiciando la construcción de trayectorias formativo- laborales más coherentes con las necesidades de desarrollo de las personas y del territorio fue el gran desafío que Eleva asumió el 2017. Finalizando su primera etapa, el programa se consolida como la primera experiencia exitosa de implementación de un Marco de Cualificaciones sectorial en Chile.
En este contexto y para profundizar en los resultados e impactos de esta iniciativa, se llevó a cabo el webinar “La Evolución de la Formación Técnico-Profesional”, instancia que contó con la participación de Joaquín Villarino, presidente ejecutivo del Consejo Minero; Hernán Araneda, gerente de Desarrollo Humano de Fundación Chile; Viviana Pardo, coordinadora Programas de Capital Humano de Corfo; Tomás Despouy, subdirector del Centro de Innovación del Ministerio de Educación; Gabriela Navarro, directora ejecutiva de Eleva; y con la participación especial de la destacada experta internacional en educación y trabajo de Imaginable Futures, Michelle R. Weise.
Durante la jornada, Hernán Araneda señaló “que la minería es el primer sector productivo donde se implementa en forma bastante completa lo que es un Marco de Cualificaciones para la Formación Técnico-Profesional”. Además, enfatizó que “Eleva ha instalado un sistema de acreditación de los programas formativos sin parangón en el país, donde el propio sector empleador ha tenido una voz sobre su calidad. Además, ya tenemos más de 50 Sellos de Calidad del Consejo de Competencias Mineras entregados. Este es un esfuerzo totalmente inédito y si se escalara podría beneficiar a más de medio millón de alumnos que existen hoy en día en el sistema de educación técnico profesional”.
Por su parte, Joaquín Villarino agregó que “Eleva ha tenido la tremenda virtud de coordinar las fuerzas a nivel regional y de poner en fácil y hacer accesibles herramientas que contribuyen a la mejora de la calidad de la Formación Técnico-Profesional. Hay que reconocer además el esfuerzo y el trabajo que han realizado las instituciones de formación que han tenido que adaptarse, muchas veces destinar recursos y dedicar horas para obtener sellos que certifican que sus cursos están cumpliendo con los estándares que requiere el sector minero”.
Gabriela Navarro, directora ejecutiva de Eleva: “Los resultados hablan por sí mismos, 54 instituciones de formación son parte de Eleva, 52 programas formativos han obtenidos Sello de Calidad y más de 500 profesionales de la educación técnico profesional han sido capacitados a través de nuestro Plan de Formación y tenemos 4 redes de colaboración consolidadas operando en los territorios”.
Cerrando la primera etapa de implementación del programa, los balances realizados tanto desde el mundo público como privado son positivos y auspician una prometedora segunda etapa. “Los resultados hablan por sí mismos, 54 instituciones de formación son parte de Eleva, 52 programas formativos han obtenidos Sello de Calidad y más de 500 profesionales de la educación técnico profesional han sido capacitados a través de nuestro Plan de Formación y tenemos 4 redes de colaboración consolidadas operando en los territorios. A su vez, hemos generado más de 200 cupos para que los estudiantes puedan realizar sus prácticas laborales, en alianza con 12 compañías mineras, impactando directamente en la empleabilidad de los jóvenes, donde más del 60% de ellos han sido contratados por la misma compañía”, enfatizó Gabriela Navarro.
Estos resultados hicieron posible, aseguró Navarro que “Eleva esté ad-portas de iniciar un nuevo ciclo a través de una fusión con el Consejo de Competencias Mineras para dar paso a un único y fortalecido programa, CCM – Eleva, con el que se busca potenciar su impacto y aporte al país en base a un plan de trabajo al 2025, lo que nos tienen muy contentos”.
Actualizarse para mantenerse competitivos
Durante la actividad, y por primera vez para Chile, Michelle R. Weise, Senior Advisor de Imaginable Futures, dio a conocer las tendencias y proyecciones en el futuro laboral que auguran una considerable extensión de la vida laboral.
Ante esta realidad que se avecina, Weise plantea que “tenemos que cambiar la forma de pensar. Antes pensábamos que lo que estudiábamos iba a durar para toda la vida, no había que repensar nada. Hoy tenemos que pensar más a largo plazo, tenemos que seguir cultivando nuestras habilidades humanas, las habilidades que no pueden hacer los computadores”.
“Esto nos lleva a construir una arquitectura de un sistema de aprendizaje a lo largo de la vida, a lo que llamamos cortar la curva, se trata de empezar a entender dónde están los obstáculos más grandes y empezar a resolverlos. No importa si tenemos trabajo, si tenemos un master, un doctorado; no importa lo que seamos hoy, todos tenemos que volver a aprender algo y, por ende, tenemos que ir actualizándonos para mantenernos competitivos en el mercado laboral”, agregó.
En el último tiempo, los trabajos más demandados (Diseñador UX y Community Manager) no existían hace una década atrás, encontrándose en riesgo un 47% de los empleos actuales producto de la automatización. Para la especialista, esto nos obliga a replantearnos el futuro.
En el último tiempo, los trabajos más demandados (Diseñador UX y Community Manager) no existían hace una década atrás, encontrándose en riesgo un 47% de los empleos actuales producto de la automatización. Para la especialista, esto nos obliga a replantearnos el futuro ya que “es imposible quedarse con el aprendizaje inicial y pensar que nos va a durar 100 años; lo que hay que cambiar es la forma de pensar ya que las habilidades que tengo hoy no van servir en 5 o 10 años”
En línea con estas tendencias en educación y trabajo, el programa Eleva se ha consolidado como una innovadora iniciativa que a partir de la vinculación entre el mundo formativo y la industria, el despliegue de redes territoriales y el compromiso de actores estratégicos, ha contribuido a mejorar la calidad y pertinencia de los procesos formativos para impulsar la minería del futuro, generando mayores oportunidades para la vida de los jóvenes y adultos de Chile.