Modelos propietarios de gestión, los preferidos de las Global Brands

Flexibilidad, soluciones ad-hoc e innovación son algunos de los beneficios que los hace atractivos para las grandes firmas que necesitan una estrategia acorde a cada mercado para maximizar resultados. ¿Qué son y cómo se aplican estas soluciones estrellas de los líderes regionales de la industria BPO?
Quienes buscan un aliado estratégico en tercerización de negocios precisan, ante todo, una estructura que los contenga y brinde soluciones específicas a cada necesidad y mercado, ya que replicar fórmulas puede llegar a ser un grave error. Atentos a esto, algunas compañías internacionales de servicios BPO (Business Process Outsourcing) desarrollan modelos propietarios de gestión, estrategia que les ofrece flexibilidad para adaptarse a cada país y cliente. De hecho, esta fue, para muchas de ellas, la clave fundamental para poder expandirse y convertirse en global brands de calidad.
Pero, ¿qué es exactamente un modelo propietario de gestión? A grandes rasgos, se trata de una herramienta que permite gestionar todas las dimensiones organizativas de una compañía (colaboradores, clientes y accionistas), garantizando su adaptabilidad a múltiples áreas. Esto quiere decir que aquellas empresas que utilizan este tipo de modelos, al diseñar a partir de necesidades propias, pueden aplicarlos tanto a los departamentos de Recursos Humanos, como de Infraestructura, Tecnología o RSE, entre otros. Esta flexibilidad es, justamente, el secreto del éxito de las global brands que precisan desarrollar, en distintas latitudes y con las consecuentes diferencias en las idiosincrasias, soluciones innovadoras en pos de satisfacer una demanda particular en tiempos acelerados.
La transnacionalización de una empresas es vista como una oportunidad de crecimiento y expansión, pero embarcarse en este desafío requiere un manejo específico y particular en cada país. Chile sabe de esta operatoria, ya que desde hace algunos años dejó de ser el único mercado para los retailers nacionales, y comenzó a participar en el plano internacional perfilándose con mayor peso incluso que el país de origen en cuanto a los ingresos totales. Ejemplo de esto es el caso de la cadena de supermercados y tiendas de venta minorista Cencosud, que registra su principal expansión de la mano de los mercados externos, gracias a la exitosa penetración que logró en los países latinos.
Claro que no es la única empresa. Incluso, así como el país exporta talento y negocios, también es destinatario de compañías globales interesadas en operar en Chile. Y para alcanzar el desarrollo, sin que los límites geográficos o idiosincrasia de cada lugar interfieran, estas empresas requieren flexibilidad e innovación en su gestión. “Hoy las global brands buscan quienes puedan aplicar métodos y no fórmulas; necesitan procesos flexibles que se adapten a las diferentes necesidades de su negocio. Sabemos que una global brand tiene un variado abanico de negocios y productos, por lo que sería enormemente insolvente querer hacerlo adaptable con una única solución. En la actualidad, implementamos modelos propios y adaptables a cada necesidad, que permite adaptarse a las particularidades culturales de una región, pero con una base sólida en el manejo de procesos del negocio”, explica Alejandro Coggiola, COO de Nuevos Negocios de Apex America, empresa líder de servicios BPO, de origen argentino y con presencia en 7 países de la región, y cuyo éxito fuera de las fronteras de su país reside justamente en que trabajan con modelos propietarios de gestión. “Por ejemplo, en el área de Innovación tenemos nuestro modelo propietario CION, que involucra a todas la áreas de la empresa de manera interrelacionada, de manera tal que nos permite desarrollar soluciones innovadoras en ventanas de tiempo aceleradas, algo que logra fortalecernos como un socio de valor estratégico para cualquier cliente”, suma Coggiola.
Por lo tanto, el éxito de los modelos propietarios radica en que, entre otras cosas, permiten distinguir necesidades de negocio y de gestión; mantener el foco en el cliente; realizar procesos, métodos y soluciones ad-hoc a cada necesidad; alcanzar la eficiencia necesaria en los procesos internos; aplicarlos sin restricciones geográficas; e incrementar la participación del negocio. Sólo de este modo, y con el equilibrio justo entre adaptabilidad y solidez, una empresa global puede garantizar su éxito y continuar planificando su expansión, sin importar las latitudes con las que estén soñando.