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Aceleradoras: en busca de startups latinas

Las incubadoras o fondos de inversión que impulsan emprendimientos de base tecnológica, ponen su mirada en la región. Crecen las alianzas y relaciones entre los distintos países, con programas de incentivo y redes de contacto. Las alternativas y variantes que surgen.

Ser regionales, esa parece ser la cuestión. Los inversores hoy no arriesgan su capital en proyectos que miren un sólo mercado. Es una premisa básica en el ecosistema emprendedor, sobre todo en el segmento de proyectos de base tecnológica.
¿Por qué estar presentes en los distintos países es importante? Por distintos motivos, pero principalmente para las aceleradoras o incubadoras de proyectos, la Argentina es un mercado chico y con mucha competencia. Hay un negocio redituable (por eso en los últimos años proliferaron este tipo de impulsoras), pero a igualdad idiomática (a excepción de Brasil) y bajas barreras de acceso a los mercados, por las redes de contactos y la escalabilidad de los negocios que aporta la tecnología, la ecuación deriva en que es imposible no expandir el negocio. Y las aceleradoras lo saben.
Pero además, están mirando otros datos. Sólo el ecosistema brasileño invirtió en 2014 más de u$s 11 millones en 265 startups, un dato similar a lo que movió el mercado chileno, para 297 compañías, según datos de la plataforma Fundacity. Según su informe «Accelerator Report 2014» (aún no está disponible la versión actualizada a 2015) estos dos fueron los países más activos en la región, seguidos por México y la Argentina, en base a una encuesta a 53 aceleradoras. En total, se invirtieron unos US$ 35,3 millones para 872 startups. Por estos datos, países como México, Chile hasta Colombia resultan tentadores.
Colombia es un mercado «atractivo» para NXTP Labs. El fondo de inversión fundado en 2011 en Buenos Aires lleva invertidas 160 compañías en edad temprana, y está incentivando su expansión a través de alianzas con los distintos gobiernos nacionales. Así llegó primero a Chile, a través de una línea de crédito de Corfo (Corporación de Fomento de la Producción), para espacios de coworking, y más tarde a México y Colombia (antes había hecho pie en Uruguay, a través del socio local e inversor Pablo Garfinkel). «El foco siempre fue tener una mirada regional, pero todos los mercados son diferentes, con distintos grados de inversión o estructura de apoyos. En Colombia, el Gobierno nos pidió que junto a iNNpulsa Colombia -agencia de promoción gubernamental- nos encarguemos del programa de aceleración», cuenta Marta Cruz, cofundadora de NXTP Labs.
Así nació iNNpulsa tu Negocio Digital, que en su cuarta edición (2015) recibió 208 aplicaciones (81% más respecto a la edición anterior) de 22 ciudades colombianas. El programa consta de dos partes: NXTP lleva mentores para dar coaching a las 30 startups seleccionadas. De esas, quedarán 15 en marzo, que tendrán un proceso de aceleración en las oficinas de NXTP en Buenos Aires, con diez días de trabajo. «Es una ayuda para que busquen inversión y mentores con experiencia en regionalizar compañías, y hasta tener contacto con proveedores locales para que empiecen a tener operaciones en el país», sostiene Cruz.
Su estrategia de expansión adopta distintas formas: una manera es haciendo programas para terceros, como INNpulsa en Colombia. Otra, sumando socios o sponsors, como bancos o compañías financieras, con programas de aceleración de 90 días, como fue el de fintech en la Argentina, o el que aspiran armar este año para agrobusiness. «La idea es replicar el modelo en otros países», apunta.
En busca de alianzas trasnacionales, La Plata Hub, la incubadora y aceleradora de startups de base tecnológica con oficinas en la ciudad de La Plata, creó junto a KrugerLabs (Ecuador) y Fundación da Vinci (Uruguay), INCLatam, con la misión de fundar una red de incubadoras regionales. «Es para compartir oportunidades de co-inversión y mejorar metodologías», cuenta Pablo Baldomá Jones, Director de La Plata Hub.
Su visión va más allá de la Argentina, donde tienen programas de ayuda y mentoring, de incubación (de tres meses) y de aceleración/inversión (de hasta u$s 50.000), y acuerdos con universidades como la Universidad Nacional de Quilmes. Tanto con Chile, Uruguay y Ecuador promueven acuerdos de cooperación con entidades impulsoras como Broota (Chile), Piso 40 y Caminito Capital (Uruguay), para el flujo de operaciones de startups, o con la Universidad Central del Ecuador, en Quito. «Buscamos crear un modelo de incubación y aceleración de tercera generación, fundado en lo que somos y no en copiar modelos exitosos de Estados Unidos, que a su vez tienen otras condiciones de borde», opina Baldomá Jones.
Si bien con grandes diferencias, tanto NXTP, La Plata Hub o Wayra, de Telefónica, aspiran desde su concepción a estar presentes en el extenso mercado latinoamericano. El esquema Wayra parece más agresivo, con una multinacional por detrás: tiene presencia global en 12 países, entre ellos siete de la región: la Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Venezuela, y lleva 532 startups aceleradas y 27 millones de euros invertidos (en todas sus operaciones). Por el contrario, la experiencia de NXTP, por ejemplo, fue más gradual, más emparentada al modelo de Y Combinator o TechStars de Silicon Valley. Pero según el informe de Fundacity, ya figura cuarta entre las Top 20 aceleradoras latinoamericanas. Para Cruz, un próximo paso podría ser Perú.
Otra vuelta le dio Vrainz, la aceleradora de proyectos móviles con sede en Capital Federal. Su foco son las telcos (compañía de telecomunicaciones) y poder brindarles servicios de contenidos. «Aceleramos proyectos de emprendedores según la necesidad de nuestros partners estratégicos. Miramos la región, pero por ahora sólo invertimos en proyectos locales, que tengan escalabilidad regional», cuenta Javier Guevara, el CEO. Su expansión pasa por el lado comercial, tejiendo alianzas con las distintas telcos. «La idea es que sean un catalizador de los servicios de cada compañía que aceleramos. No hacemos hackatones o convocatorias. Buscamos en el ecosistema, ocupando un segundo lugar en la cadena de inversión, con un ticket que puede ser de u$s 500.000», comenta y anticipa que este año buscarán oportunidades de negocios en África y Medio Oriente, y que abrirán oficinas probablemente en México o Brasil. En 2015, la compañía invirtió u$s 2 millones, y prevé para este año una facturación de $ 200 millones.

Presencia interactiva

Otra variante es el uso de plataformas digitales que promocionen las convocatorias. Estos sitios funcionan como agrupadores de las distintas patas del ecosistema: reúnen en una misma plataforma a emprendedores, inversores y aceleradoras, y los pone en contacto.
El CITES (Centro de Innovación Tecnológica, Empresarial y Social) promociona su convocatoria (CITES Startups) a través de al menos dos de estas plataformas: Fundacity y FosterSoft. En 2015 se presentaron 120 proyectos, de los cuales 20 llegaron de América latina, Estados Unidos y hasta Europa (España). «Hasta el año pasado no teníamos foco en el exterior, pero fue natural que se presenten. Ahora esperamos que se presenten más», afirma Nicolás Tognalli, Gerente de CITES.
El ejecutivo cuenta que influyó su participación en eventos en países como Uruguay y Chile, y fundamentalmente, la vinculación que generan las operaciones del Grupo Sancor Seguros, inversor del Centro, en los distintos países (tiene oficinas en Uruguay, Paraguay y Brasil, además de la Argentina). «La justificación no es que en la Argentina no haya proyectos, sino tratar de importar hacia el país y Santa Fe, específicamente, los recursos y talentos disponibles», comenta.
Focalizada en Sunchales, la incubadora invierte hasta u$s 500.000 en capital semilla, para proyectos de nanotecnología, biotecnología, ingeniería y tecnologías digitales. Llevan dos startups invertidas y tres en proceso de negociación.
Por su parte, Emprear Business Angels (EBA), el club de inversores ángeles de Emprear, también realiza sus convocatorias cada trimestre a través de Fundacity. La última fue en noviembre, donde recibieron más de 300 proyectos, de los cuales un 40% fueron de Argentina. «Tuvimos muchos de Colombia, México y Chile. Es abierta a presentar proyectos ante el EBA, en forma directa o interactiva. Seleccionamos diez, de las que quedaron tres, que serán presentadas a inversores», cuenta Jacques Chauvin, Director de EBA y cofundador del fondo 54 Ventures.
Como club de inversores, su estrategia no descansa ahí. Ya tejieron alianzas con varias aceleradoras en la región, entre ellas Starptup Chile, da Vinci en Uruguay o 500 Startups y Naranya, en México. «Cuando las startups pasan un proceso de aceleración, nos avisan el monto que buscan y quiénes están interesados en la ronda. Hoy la tendencia es la coinversión», destaca el emprendedor, que se entusiasma con el impulso que está tomando el ecosistema regional: «Hace dos años que se está globalizando. Los mercados grandes están afuera», sostiene.
Ese impulso también proviene del programa Xcala, una especie de alianza entre distintos clubes de inversores ángeles de la región (cerca de 20), que se encuentran una vez por año (este año será en Chile) para analizar qué tipo de inversiones se está buscando, generar relaciones y posibilidades de coinversión. Una iniciativa más que pone de manifiesto el empuje que está tomando el ecosistema en América latina.

 

Fuente: cronista.com

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